Cómo cuidar a un bebé recién nacido es la primera pregunta que se hace toda persona que está a punto de llevarse a su hijo/a a casa por primera vez.
Ten presente que sentir inquietud ante esa idea es lo más natural del mundo porque todavía no somos expertos en cómo cuidar a un bebé los primeros días y es normal que te surjan muchas preguntas.
Los primeros cuidados del recién nacido en el hospital son una pequeña antesala de lo que te espera al llegar a casa, así que aprovecha mientras estés ingresada para preguntar a las comadronas y enfermeras todas aquellas cuestiones que te angustien o te inquieten porque te ayudarán en este primer periodo de adaptación.
Pero, una vez te has marchado a casa con tu hijo/a a cuestas, afrontar esta etapa puede resultar un poco desconcertante, pues de repente te pueden venir preguntas que ni siquiera sabías que te ibas a preguntar.
Veamos cuales son los principales errores al cuidar un bebé recién nacido y qué podemos hacer para afrontar mejor este período.
8 Errores que no debes cometer al cuidar de un bebé recién nacido
Entre todas las dudas que te pueden surgir, seguro que este listado de 8 consejos resuelven la mayoría de tus inquietudes 😉
1- La primera ropa de bebé
Uno de los primeros errores de padres y madres primerizos es abrigar en exceso al bebé.
Sí, es cierto que su cuerpo necesita adaptarse a la temperatura ambiental, por eso recomiendan que los primeros quince días se abrigue un poco más independientemente de la temperatura que haya.
Si es verano, irá con ropa fina pero larga y, si es invierno, irá un poco más abrigado de lo que iría con ese clima.
Pero, una vez ha pasado esa primera quincena, el bebé habrá desarrollado la capacidad de regular su temperatura y, por lo tanto, tendrá que ir adecuado al clima del momento.
2- Nada de ruidos
Hay bebés que se despiertan con facilidad ante los ruidos, y eso hace que muchas veces se intente guardar un absoluto silencio para que no se despierten.
Es normal que, ante esa circunstancia, intentes que no se escuche nada pero, al final, acaba siendo contraproducente para ti y para el bebé.
Por supuesto que hay bebés mucho más sensibles al sonido que otros, pero por norma general todos se acaban adaptando a los distintos sonidos externos.
Además, mientras el bebé duerme, es un momento perfecto para seguir con tu rutina diaria y nos guste o no el ruido también forma parte de la vida.
3- La obsesión por la limpieza
Esterilizar de vez en cuando los biberones y los utensilios que el bebé utiliza es una buena forma de asegurar una higiene adecuada, pero una cosa es la precaución y otra muy diferente obsesionarse con la limpieza.
Los bebés son vulnerables a muchos virus y bacterias, pero que no te engañe su aspecto delicado porque son mucho más fuertes y resistentes de lo que piensas.
Esterilizarlo todo cada vez que se usa puede complicarte mucho las salidas fuera de casa, no te agobies en exceso por la extrema limpieza porque tu bebé tiene defensas suficientes para eso y mucho más.
4- Bañarle todos los días
Siguiendo con el punto anterior sobre los cuidados de un bebé de 0 a 3 meses en la higiene, otra duda generalizada hace referencia a si es bueno bañar al bebé a diario.
El principal problema de hacerlo cada día son los productos que se usan para el cuerpo y el pelo, que acaban por quitarle a la piel sus propias defensas.
Una alternativa positiva sería hacer baños diarios solo de agua, ya que de esta forma el bebé se relaja pero no está expuesto cada día a geles y champús.
Aquí puedes ver 5 consejos para cuidar la piel de un bebé.
5- Dejarle llorar
¿Lo cojo cada vez que llore o le dejo llorar porque dicen que es bueno?
En principio uno de los primeros cuidados de un bebé recién nacido es hacer que se sienta seguro y querido, y eso pasa por cogerlo cuando llora.
No olvides que ha estado 9 meses dentro de tu barriga y el exterior es algo totalmente nuevo. Además el llanto es una llamada de atención al hambre, al frío, al calor o a la angustia y es la única forma que tiene de comunicarse contigo.
6- Que nadie coja o consuele a mi bebé
A veces se quiere sobreproteger tanto al recién nacido que no se permite a nadie cogerlo o consolarlo.
Tal vez los primeros días el bebé se agite en otros brazos, pero es bueno que se adapte a otras personas, sobre todo si son personas cercanas que también estarán presentes en la vida del bebé.
7- Raparle el pelo para que le crezca fuerte
Existe la creencia de que al rapar el pelo del bebé luego crece más fuerte y sano. En principio, no es una teoría avalada y, por lo tanto, es mejor no hacerlo.
Durante los primeros meses, la cabeza del bebé tiene una zona blanda (las fontanelas) y el pelo, por poco que sea, es una defensa del cuerpo. Sacarlo solo consigue que la cabeza del bebé quede todavía más expuesta.
8- La abuela sabe más que el/la pediatra
Es evidente que las abuelas tienen experiencia y mucha, pero también hay que tener en cuenta que las cosas que se daban como buenas y válidas hace unos años, ahora no lo son tanto. Por este motivo es importante que el/la pediatra sean la principal referencia.
Los consejos de las personas de alrededor siempre han de ser bienvenidos, pero al final eres tú la que has de verte en las situaciones y tomar la mejor decisión para ti y para tu bebé.
Como habrás observado, los principales cuidados del recién nacido en casa no tienen ningún secreto, se trata principalmente de seguir todas las indicaciones que te habrán dado durante el embarazo, de preguntar siempre que tengas alguna duda y de darle todo el amor y el mimo posible.
Es natural que sientas inseguridad los primeros meses, no vienen con una guía bajo el brazo y cada bebé, como cada persona, es diferente y requiere distintos cuidados.
Pero, no te preocupes porque cómo cuidar a un bebé recién nacido solo tiene una respuesta posible, practicar mucho.