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La llegada de un nuevo miembro a la familia siempre es una alegría. Un bebé requiere de muchos cuidados y atenciones, y uno de los que más preocupan a los padres primerizos es el cómo bañar a un bebé.
Bañar a un recién nacido en la bañera es una de las actividades que más miedo genera a los padres, pues les surgen dudas y preguntas acerca de cómo o con qué frecuencia bañar a un bebé.
Aunque en la teoría es una actividad rutinaria, los padres pueden tener muchas dudas durante los primeros días de vida del bebé. Esto se debe a que los recién nacidos son anatómicamente frágiles y su piel es mucho más delicada que la de un adulto.
Así que si estabas buscando información sobre cómo bañar a un bebé recién nacido, sigue leyendo 😉
Antes de bañar a un recién nacido…
¿Qué es lo que recomiendan?
Respecto del baño existen diferentes versiones, unos especialistas avalan el hecho de bañar al bebé solo tres o cuatro veces a la semana, mientras que otros consideran que lo mejor es establecer una rutina de baño diaria para crear vínculos emocionales con los padres y un ritmo de sueño más sano.
Si se tienen dudas sobre con qué frecuencia bañar a un bebé, así como de otros aspectos sobre los pasos para bañar a un recién nacido, es mejor consultar siempre con un especialista, ya sean matronas, pediatras, médicos o doulas.
No obstante, siempre te vendrá bien conocer los siguientes consejos…
Bañar a un bebé recién nacido: 6 consejos que debes saber
A continuación se analizarán los mejores consejos para bañar a un bebé recién nacido si eres padre o madre primeriza. Y es que, ser padres es un trabajo lleno de dudas e incertidumbre.
Si acabas de tener un peque y buscas respuestas a todas tus dudas, atiende a los consejos de cómo bañar que expondremos a continuación, seguro que te ayudarán a sentirte más seguro durante ese proceso.
1. Hay que elegir la bañera adecuada
Es necesario bañar a un recién nacido en la bañera. Existen en el mercado una gran variedad de ellas, así que solo es necesario elegir aquella que mejor se adapte al espacio y a las necesidades de cada uno.
Es mejor siempre comprar una bañera de bebé conforme al tamaño del recién nacido, así se adaptará mejor a la forma de este y se disminuirán los riesgos de accidentes durante el baño.
2. Vigila la postura que tomas
Es muy importante que la bañera se encuentre colocada en una posición cómoda para los padres.
Esta debe estar sobre elevada del suelo para que puedan coger correctamente al bebé mientras están de pie, de esta forma toda la fuerza del cuerpo estarán centradas en los brazos, y no lidiando con molestias provocadas por la postura.
Uno de los errores al bañar a un bebé es que los padres suelen colocar las bañeras a ras de suelo, provocando situaciones incómodas y nada placenteras.
Esta tensión se transmite al bebé durante el baño, y en vez de ser algo relajante para ambas partes, acaba siendo un momento tenso, que los padres quieren finalizar lo antes posible, perdiendo así esta oportunidad de crear un vínculo con el bebé.
3. Debes tener organizado el momento del baño
Es bueno que tengas todos los artículos a mano, acomodados para poder hacer uso de ellos de manera rápida y sencilla.
La seguridad durante el baño es lo más importante.
El bebé no se puede quedar solo, por lo que es necesario tener cerca todas las cosas que se vayan a necesitar: la toalla, el gel, el champú, la muda limpia (pijama), el termómetro de la temperatura del agua y todo aquello que pienses que puede ser imprescindible.
Como hemos comentado, es una parte muy importante para no tener que dejarlo solo o interrumpir el baño para ir a buscar cualquier cosa.
4. Prepara el baño antes de que llegue el bebé
La bañera de tu bebé debe estar llena con unos 5 o 7 centímetros de agua tibia. Si no sabes evaluar la temperatura del agua a través de tu tacto, utiliza un termómetro especial para baño.
La temperatura debe rondar entre los 30 y los 32 grados centígrados, de esta forma el bebé no sentirá frío, pero si se sentirá abrigado.
Cuando todo eso esté listo es el momento de llevar él bebe al baño, quitarle la ropa e introducirlo rápidamente en el agua para que no coja frío.
5. Con qué frecuencia bañar a un bebé
A diferencia de los niños que están aprendiendo a andar o a gatear, a los bebés no es necesario bañarlos diariamente. Su piel es muy delicada, por lo que exponerla con frecuencia no es recomendable.
Este tema es cuestionable, pero lo que sí es cierto es que si por cualquier razón, los padres no tenéis tiempo de bañar a vuestro recién nacido diariamente, a este no le pasará nada.
6. Pasos para bañar a un bebé recién nacido
Y una vez que lo tienes todo preparado, llega el momento real de bañar a tu pequeño. ¿Qué deberías saber?
- Hay que tener cuidado en este punto, pues la mezcla de agua y jabón hacen que el bebé sea algo resbaladizo, así que es necesario sujetar con firmeza.
- Los bebés no suelen estar sucios, es por eso que no se requiere usar muchos productos y además usar un jabón especial para bebé. Hay que vigilar que no contengan elementos como siliconas o sulfatos que puedan dañar el pH natural del recién nacido.
- Si tu bebé padece algún problema tópico en la piel, debes consultar a un especialista, para que sea él quien recete el jabón más apropiado.
- Uno de los pasos más importantes es el enjuagado, es necesario hacerlo con cuidado y de manera minuciosa. Los restos de jabón secos que se queden en su piel pueden provocar irritaciones, sobre todo en la zona de los genitales, que son muy sensibles.
- A continuación debes secarlo con cuidado para quitar toda la humedad de su piel antes de vestirlo.
En definitiva, haz que el momento de bañar a tu bebé recién nacido sea algo especial y más que una actividad rutinaria.
De hecho, si se hace adecuadamente, la hora del baño ayuda a favorecer el vínculo entre padres e hijos, y el bebé lo asociará como un momento para disfrutar, no volviéndose algo traumático para él.